Un arte tradicional, el masaje de los niños.
En el vientre de la madre, la vida es de una riqueza infinita.
Sin hablar de los ruidos y los sonidos, para el niño todo esta constantemente en movimiento. Puede darse que la madre se levante y camine, que se de la vuelta, que se agache o que se ponga de puntillas, que limpie las legumbres o maneje la escoba…
Cada cosa es una ola, cada cosa es una sensación para el niño. Y aunque la madre descanse, aunque lea un libro, y se siente o aunque se acueste y se duerma, no por eso cesa su respiración cuya tranquila marejada, cuya resaca, continúa acunando al bebé.
Frédérick Leboyer
Son múltiples los beneficios que acompañan al masaje infantil (masaje Shantala), tanto para el bebé como para los padres.
Beneficios para el bebé:
- Estimula el sistema nervioso.
- Mejora el sistema respiratorio.
- Ayuda a aliviar las molestias ocasionadas por los gases, cólicos y estreñimiento.
- Mejora la digestión.
- Los bebés aprenden a relajarse y a conciliar el sueño.
- Fortalece el vínculo del apego entre la madre o el padre y el hijo.
- Hidrata y tonifica la piel.
- Fortalece el sistema muscular y psicomotor del bebé.
Beneficios para los padres:
- Ayuda a reducir las posibilidades de depresión post-parto.
- Proporciona relajación.
- Enseña a conocer las necesidades de su hijo.
- Mejora el vínculo afectivo entre los padres y el bebé.
- Incrementa la confianza.
El masaje Shantala es un arte sencillo e importante que se caracteriza principalmente por tres elementos: por las técnicas en sí, por la aplicación de ejercicios de yoga para el bebé y por el uso de la hidroterapia (al final, se baña al bebé para eliminar los restos de aceite, regular su temperatura y generar relajación). El masaje Shantala se basa en la presión suave y los movimientos descendentes, ya que su objetivo es la relajación del bebé. Por ello, el ritmo es lento, sin prisas.